Día Internacional del Niño

Imagen tomada de https://derechoshumanosaro.wordpress.com/

Un día como hoy, 20 de noviembre, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño. Corría el año 1959. Exactamente veinte años después, el 20 de noviembre de 1989, se aprobó la Convención de los Derechos del Niño, vinculante para los países firmantes. Es el tratado internacional con más adhesiones: 195 estados lo han ratificado. 

Veintisiete años después, Salamanca lo ha celebrado por todos los rincones: en el hospital, en las calles, en los salones institucionales, en los centros comerciales, en los coles... Quizá hayáis estados en alguno de esos eventos, seguro que divertidos, emotivos y preciosos. 

Y seguro, seguro, que en alguno de ellos también se ha mencionado que:

• 16 millones de niños en el mundo sufren desnutrición
• 19 millones de niños no tienen acceso a las vacunas básicas
• 1000 millones de niños no tienen retrete
• 62 millones de niños no pueden ir a la escuela, la mayoría niñas
• 6 millones de niños mueren al año por causas evitables
• 168 millones de niños tienen que trabajar, la mitad en condiciones de explotación o esclavitud, incluida la sexual
• uno de cada cuatro muertos por bombardeos en Siria son niños
• las niñas son sistemáticamente violadas y utilizadas como mercancía allá donde hay conflictos bélicos y también donde no los hay
• las niñas son sexualmente mutiladas, expulsadas de sus casas tras ser violadas, casadas a la fuerza y otras atrocidades más en innumerables países del mundo

También habrán dicho que en España -sí, aquí-, los niños sufren maltrato directo, violencia familiar, orfandad por homicidio, acoso escolar, acoso sexual, explotación, secuestro, falta de educación, utilización delictiva, lavado de cerebro, pobreza... 

Sin ir tan lejos: nosotros, que les queremos, les mimamos, les compramos juguetes, les llevamos al cuentacuentos y contamos las frutas que comen al día, a veces también les gritamos sin motivo, les castigamos, no les escuchamos, les humillamos, les atiborramos de chuches y no les preguntamos su opinión.

Feliz día de la infancia.